Es ampliamente sabido que para la explotación de yacimientos de gas o petróleo mediante la técnica de fractura hidráulica es necesario utilizar una gran variedad y cantidad de productos químicos que entrañan o pueden entrañar un alto riesgo para la salud y el medio ambiente. La experiencia en otros países habla del uso de centenares de sustancias, algunas tan nocivas como el nonifenol etoxilado (disruptor endocrino, persistente y bioacumulable), la formamida (teratógeno) o el naftaleno (cancerígeno).
1. ¿Qué sustancias químicas se están inyectando en el subsuelo europeo, a día de hoy, en el empleo de esta técnica?
2. ¿Están todas ellas evaluadas y autorizadas de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento (CE) n° 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de 2006, relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos (REACH), por el que se crea la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos?
3. En aquellos casos en los que no sea así, ¿no debería prohibirse su utilización hasta ser autorizadas en el marco de REACH, de acuerdo con el principio de precaución?
